"Viva Dios Uno y Trino en nuestros corazones y en los corazones de todas las personas"

Cada inicio es un nuevo tiempo para agradecer, para renovarnos y dejarnos desafiar.  Quisiera que emprendamos este nuevo año con confianza, esa de las que nos habla Arnoldo Janssen cuando dice: 
” Como un niño déjate llevar por la mano de dios, es imposible que él traicione nuestra confianza” 
Vivimos en una sociedad donde la cultura actual por un lado promueve el individualismo competitivo que acrecienta las desigualdades y por otro desafía a la educación en sus valores más profundos: la primacía de la persona, el valor de la comunidad, la búsqueda del bien común, el cuidado de la fragilidad y la inquietud por el otro, la cooperación y la solidaridad. 
Pero en esta sociedad es sin duda donde las escuelas católicas estamos llamadas a asumir actitudes pro-activas para reafirmar el valor de la persona humana. 
La educación católica ofrece una contribución relevante a las comunidades comprometidas en la nueva evangelización y ayuda a forjar en las personas y en la cultura los valores antropológicos y éticos que son necesarios para edificar una sociedad solidaria y fraterna, promoviendo relaciones educativas que   transmitan a las jóvenes generaciones valores y principios vitales, no sólo para ayudar a cada persona a crecer y a madurar, sino también para contribuir en la construcción del bien común. 
La educación necesita una gran alianza entre los padres, primeros educadores y los docentes que prosiguen esa labor, para proponer una vida plena, buena, rica en sentido, abierta a Dios, a los demás y al mundo. En esta alianza es absolutamente necesario que aprendamos a mirar a todos los niños, niñas y   jóvenes como dios los mira. 
El Papa resaltó que: “aquí viene nuestro trabajo como padres y docentes educadores: buscar y tomar caminos nuevos y enseñar a pensar, ayudar a sentir bien y acompañar en el hacer para que el lenguaje de la cabeza, del corazón y de las manos estén en armonía”. 
“La verdadera escuela debe enseñar conceptos, hábitos y valores. Y cuando una comunidad educativa no es capaz de hacer esto entonces es selectiva, exclusiva y para pocos. 
Desde nuestra visión institucional educamos para contribuir a construir un mundo más justo y fraterno, que se acerque a los valores del Reino de Dios anunciado por Jesucristo. Por eso tratamos de que nuestro proyecto educativo (integral, inclusivo, configurado desde el Evangelio y abierto a todos), encarnado por Instituciones y personas identificadas y convencidas, crezca y se desarrolle entre los más cercanos y los más pobres, aceptando y entendiendo nuestras diversas e interculturales sociedades. 
Nuestro lema anual: Impulsados por el Espíritu , salimos al encuentro de la vida que clama” 
reafirma todo lo expuesto y nos invita a conducir a los niños y jóvenes al encuentro con un Jesús vivo que se encuentra tan cerca nuestro. 
Pidamos AL ESPIRITU SANTO que nos asista   para renovar las fuerzas individuales y colectivas que nos permita encarar la tarea diaria mirando al mundo con esperanza y amor. 
Es mi deseo que todos como comunidad educativa seamos verdaderos discípulos de Jesús asumiendo como propio su estilo pedagógico y descubrir en los tiempo presentes la llamada a ser testigos de su amor entre los hombres. 
Sólo Siendo testigos tendremos la ternura de movilizarnos ante esta vida que clama tan cerca nuestro, en nuestros hijos, en nuestros alumnos,en nuestras familias y muy dentro nuestro. 
Que tengamos la certeza que dios nos ha revelado: “no estamos aquí en el mundo para nosotros mismos, hemos sido amados, llamados y enviados aquí para otros y el mundo nos está esperando. 
Pidamos la bendición del Señor para todos los que hacen posible la Educación Católica en el mundo, y de modo especial para todos los niños y jóvenes a los que servimos. 
Que María Santísima, Madre y Educadora nos guíe para llegar a ser una comunidad educativa de evangelización, donde se exprese de manera viva y vital la identidad de la institución educativa. 

VIVA DIOS UNO Y TRINO EN NUESTROS CORAZONES Y EN LOS CORAZONES DE TODAS LAS PERSONAS